Y aquí estoy con uno de mis mejores amigos, Toño, el día de la toma de fotos con toga y birrete...
Esto de dejar la Prepa me ha hecho reflexionar y sentir pena y hasta un poco de lástima por las pobres almas inocentes -ahora no tanto- con las que tuve que convivir y que debieron haber hecho cosas horribles en su vida pasada para tener que soportarme en esta su vida actual...
Si, siento pena por todos mis amigos, mis amigos de conveniencia, mis compañeros, mis "amigos" a quienes sólo les digo "adiós" en la calle...
También a mis pobres maestros, algunos deben estar ya en un hospital psiquiatrico... No es que estén locos o raros, freaks quizás un poco pero locos-locos, naa... algunos.
Me refiero a que debieron internarlos debido al ataque de alegría desbordante que debió darles cuando se enteraron de que efectivamente, me graduaba... si, había podido pasar los examenes, y finalmente me iba.
Los doctores de blanco debieron haberlos llevado a su "alegre hotel" -si saben a lo que me refiero-
Y eso de enfrentar nuevas cosas... ¡blagh! Que era broma, la verdad ya no aguanto la emoción de emepzar con la fiesta de graduación y entrar a la Universidad donde podre convertir a más almas inocentes al "lado oscuro de la fuerza" -que quien sabe que sea eso pero se oye muy bien- Y para torturar más profesores... ¡aahhh! Que lindo...
Ahora, cuídense y no hagan nada que yo no apruebe, y para que lo apruebe tienen que invitarme para ir a ver que hacen ¿Ok?
osease...
¡¡Me invitan!!